martes, 19 de agosto de 2008

Mereció la pena


Con base en Cap Skiring hemos podido disfrutar 3 días de sus inmensas y solitarias playas.

Esto se acaba...

domingo, 17 de agosto de 2008

Estación de las lluvias




En Senegal tanto la lluvia como el sol tienen modales de bestia salvaje.
Nos abandona el reflejo verde de un paisaje eterno
Nos adentramos en la Baja Casamance donde la tierra y el agua conviven en forma de manglares, arrozales e inmensos charcos. .
Se presenta la tarde de lluvia y sol maleducados. Valientes, recorremos en piragua los manglares que conducen a la isla de los pájaros.
Inolvidable imagen de Pelícanos en el fango.
Otro trayecto en piragua, arreciado por la lluvia, de regreso de la isla de Ehidj, terminó en el fango de un bolong.
La marea estaba baja y tuvimos que recorrer por el lodo el final del camino. Con las mochilas a cuestas, empapados, diluviando y después de haber encallado en un banco de arena.
En la canoa íbamos 11 amigos que hemos hecho en el camino.
Las adversidades unen.

lunes, 11 de agosto de 2008

Las mujeres en el Pais Bassary



Hemos venido a Senegal en busca mujeres emprendedoras.
De momento, las únicas emprendedoras que hemos encontrado son LEONTIN y DOULA.
A las demás, las hemos podido ver desenvolverse en su día a día.
Las mamás llevan su bebé a la espalda.
Lavan la ropa a mano en el río, con agua del pozo, o con la ayuda de coloridos cubos
llenos de agua.
Recolectan la tierra con sus manos. Motean el campo con posturas imposibles.
Transportan sobre su cabeza la colecta.
Cocinan rodeadas de pucheros humeantes.
Se parapetan tras los puestos de mangos y cacahuetes.
En Senegal, en los mercados trabajan sobretodo la mujeres. Sus maridos en la mayoría de los casos son polígamos y no pueden mantenerlas.
Se trenzan el pelo unas a otras al borde de la carretera.
Machacan el mijo con dos enormes mazas de madera, en un baile agotador.
En los poblados, bailan junto al fuego en fiestas que ellas mismas organizan.
Hay mujeres que se tienen que ganar la vida en las salinas. Con el cuerpo untado en manteca de karité, permanecen sumergidas con el agua hasta el pecho con un tamiz en el cuello. Con unos bastones acabados en hierro traspasan la corteza del fondo del lago para extraer cubos de sal. Los cubos se cargan en barcas que aguantan hasta una tonelada. A orilla del lago hacen montones por los que les pagarán al final de la jornada.
Por cada 25 kg cobran alrededor de medio euro. En el mercado un solo kg de sal se vende más caro.
A pesar de todo las mujeres senegalesas siempre sonríen.

sábado, 9 de agosto de 2008

En África las cosas transcurren a su manera…





Tenemos suerte de haber contratado un 4x4 para recorrer la ruta por el país Bassary.
Los medios de transporte públicos, no salen hasta que el vehículo se ha llenado;
pueden acumularse las horas.
A pesar de tener nuestro coche, la ruta peligra a cada momento.
Intento enumerar alguna de la averías:


El cristal delantero estalla por una piedra, la rueda derecha trasera se desinfla, se rompe el embrague, la rueda trasera se pincha, se cae un trozo de parachoques, la rueda trasera se raja, se desprende del coche una pieza enorme e indescriptible, la rueda trasera aguanta hasta que ponemos la rueda de repuesto que también está desinflada, o pinchada o rajada.
Se quema - literalmente- el interruptor de una ventanilla, se pincha la rueda izquierda delantera, se rompe la otra ventanilla, se cae a cachos una puerta al intentar arreglar el interruptor quemado con un bolsa de basura, se quema de nuevo el interruptor de la ventanilla.
Se agota la batería.
Aún así logramos atravesar ríos, baches y caminos.
Logramos incluso acudir en noche cerrada a un baile mandinga,
con los faros -todos-, averiados.
Llegamos a la fiesta del poblado guiados por las luces de emergencia.

martes, 5 de agosto de 2008

Seguimos en ruta



En TAMBACOUNDA, en NIOKOLO KOBA, en WASADOU, es donde nos hemos fraguado como compañeros de viaje. Gabriel nos ha cosido con unos hilos invisibles que nos atan a este proyecto. Tanto como para compartir paisajes inolvidables, trayectos infinitos de calor y coche y el malarone.

Ocurren tantas cosas…
DOMINGO
No ha parado de llover en toda la noche. Los árboles se visten de lentejuelas y los mercados llenos de fango resultan impracticables.
Nos levantamos pronto para dirigirnos al parque Nacional de NIOKOLO KOBA. No conseguimos llegar a la entrada del parque hasta las 12.30 horas, porque en el camino nos vemos obligados a parar para arreglar los desperfectos del coche.
Las charcas que se producen en el camino impiden que nos adentremos en el parque.

Por la noche en el Campamento de Wassadou, con magníficas vistas al río Gambia, la tormenta pinta el bosque como un esqueleto blanco.
Nos adentramos en la vida de los poblados. No hay cobertura. Se nos rompe la única cámara con tarjeta compatible al ordenador.

Todos los días vivimos pequeños dramas: hoy un niño se entretenía con una jeringilla.



sábado, 2 de agosto de 2008

De camino a Tambacounda


Senegal es un país de colores, amplias sonrisas y niños. Sobretodo niños.
Hoy, detrás de tanto paisaje liso y quieto, nos hemos topado con miles de ellos.
Se agrupaban alrededor nuestro, felices de vernos. Como si nos conociesen de siempre.
Hemos tenido que descubrir, que los Talibe, con una lata en la mano, tienen que devolverla llena todos los días a cambio de comida. Y es que sus padres, que llegan a tener hasta cuatro mujeres, tienen demasiados hijos, y no pueden mantenerlos.
En la carretera hemos parado el coche de un frenazo para rellenar la botella de agua a unos cuantos niños que salían gritando de un poblado.
De que tenían sed, se dió cuenta el conductor.
Nosotros pensamos que levantaban la botella en alto porque estaban jugando.
Luego supimos que cuidaban el ganado durante semanas.

martes, 29 de julio de 2008

Antes de




Antes de desaparecer de la oficina - pertechada de vacunas -, antes de comenzar el viaje, antes de descubrir cientos de lugares nuevos y de ser testigo de cosas incomparables, me asomo unos instantes para invitarte a que nos acompañes en esta aventura...